En la presente entrada tendréis la ocasión de leer un soneto de Garcilaso de la Vega, concretamente el soneto XIII.
Garcilaso de la Vega fue un hombre de armas y de letras. Nace en Toledo (hacia 1501), en el seno de una familia noble. Recibe una educación cortesana al lado de importantes humanistas que lo hacen buen conocedor de la cultura clásica grecolatina. Desde muy joven, siguiendo los pasos de su padre, entra al servicio del emperador Carlos V, por el que combatió en numerosas ocasiones. Su obra escrita es breve y consta de : Una epístola, dos elegías, treinta y ocho sonetos, casi todos dedicados al tema amoroso, y cinco Canciones, entre las que destacan la tercera, escrita desde el "Danubio, río divino", la cuarta, violenta y apasionada y la quinta, en la que utiliza por primera vez la "lira", estrofa de gran prestigio en la literatura posterior. A continuación podéis leer el soneto XIII.
A Dafne ya los brazos le crecían,
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos que al oro escurecían. De áspera corteza se cubrían los tiernos miembros, que aún bullendo estaban; los blancos pies en tierra se hincaban, y en torcidas raíces se volvían. Aquel que fue la causa de tal daño, a fuerza de llorar, crecer hacía el árbol que con lágrimas regaba. ¡Oh miserable estado, oh mal tamaño! ¡Que con lloralla crezca cada día la causa y la razón por que lloraba!
El tema del soneto XIII es el amor imposible, que provoca en el amante un dolor intenso. Entre las figuras retóricas empleadas en el soneto XIII destacan: personificación en el verso 11, anáfora en los versos 6 y 7, todo el poema es una alegoría, está formado por varias metáforas. En fin, la métrica del poema es la siguiente: poema estrófico de 14 versos endecasílabos distribuídos en 2 cuartetos y 2 tercetos. La rima es consonante y su distribución es la siguiente: ABBA/ ABBA/ CDE/ CDE. Y
No hay comentarios:
Publicar un comentario